Una de las paradojas de Albacete es dar la sensación de ser atemporal y de tener un paisaje nutrido por montañas, lagos, cuevas, etc.
La Cueva de los Chorros, es una de las más visitadas por infinidad de personas que tienen un gusto particular por la espelología. La cueva es de formación caliza, y se ha llegado a convertir en una red subterránea la cuál es transitable; esto ha hecho que sea un plan muy anhelado en España.
Por su pasaje principal, se pueden encontrar una significativa cantidad de grandes espacios o salas y sobretodo cascadas que no serán para nada indiferentes.
Este recorrido se debe hacer con profesionales experimentados; la idea es garantizar que no te pierdas y que puedas tomar todas las medidas de seguridad pertinentes del caso.
Por tal razón el acceso al parque ha sido regulado, y para poder entrar a practicar cualquier actividad, por ejemplo como senderismo, espelología, trekking de media montaña, o cualquier otro deporte, deberás solicitar un permiso.
Si estás federado, las autoridades de control harán el trámite que puede tomar unos diez días; y si no estás federado debes contratar una compañía que te suministre un seguro y por supuesto un guía.
Veinte mil hectáreas de flora, fauna y aventura.

En España contamos con una suerte impresionante, puesto que contamos con un gran número de Parques Naturales y Espacios Protegidos.
Si eres de esas personas a las que les gusta sorprenderse, Los Calares del Mundo y la Sima en la provincia de Albacete cumplirán con esa meta.
Estos dos hacen parte de un hermoso espacio natural se encuentra con el Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas, este último es un lugar reconocido por ser el refugio de la más impresionante cascada del río Mundo.
Esta cascada tiene una belleza tal que es el escenario perfecto para todas aquellas personas que se consideren amantes de la naturaleza y el turismo activo.
La naturaleza nos ha obsequiado veinte mil hectáreas repletas de fauna y flora, de las cuales la mayoría son especies de la región.
La espeleología, la mejor manera para conocer la cueva.
Para llegar a la Cueva de los Chorros se requiere combinar varias disciplinas, la primera es el senderismo donde tienes que recorrer unos tres kilómetros, y posteriormente cuando llegues a la cueva te pones tu arnés, tu casco y el neopreno, para empezar con las actividades de espeleología.
El sendero tiene un paisaje de bosque de ribera y en la medida que avanzas comienzas a ver roca de caliza, lo que ya da señales de los que te vas a encontrar más arriba.
Es importante que sepas que para poder entrar a la cueva debes estar federado pero en espeleología.
La espeleología te pondrá a prueba (no muy dura) ya que te verás envuelto en una serie de maromas como el salto de pozos y desniveles, los cuales te llevaran a hacer rappel, claro está que con la ayuda de los guías.
Finalmente conocerás y te permitirás fotografiar el nacimiento del Río Mundo, un espectáculo de la naturaleza digno de compartir con familia y amigos.